En ese camino del emprendedor, que comenzó exactamente cuando recibí el regalo de la vida, me encontré maravillado y curioso, caminando. En ese camino que serpenteaba por valles y sus montañas, llanuras y pantanos, desiertos y selvas, en ese mismo camino caminaba. Transitando inconscientemente alegre, o paralizado temeroso, acortando el camino con infantiles trampas, o desgastado corriendo presuroso. Ahí estaba, mirando el mundo como hoy juzgo, lo ve mi hijo Amadeo de 2 años, que donde pone el ojo, lleva el cuerpo, aunque caiga en la grieta que está delante. Y en ese camino conocí personas, que también caminaban sus caminos, los veía en paralelo varios kilómetros y les ofrecí caminar juntos, aunque no sabía donde iba, pero sabía que quería caminar. Esas personas tenían sus familias y sus historias, sus miedos y ambiciones, y sobre todo, sus verdaderos cuentos imaginarios. Y ahí estábamos todos, caminando hacía allá, día a día, mes a mes, constantes, en linea recta, en círculo, de subida o de bajada, pero siempre caminando. Mi confianza y optimismo eran contagiosos, aunque tuviéramos que pasar por terrenos pantanosos, lo peor era ensuciarnos la ropa, lastimarnos algo, pero siempre habría tiempo de sanar. Así varios años, que se hicieron un lustro, y luego una década, y de todas esas personas, solo quedamos dos, Pablo y yo, rompiendo la comodidad para lograr algo grande. En el transcurso de esos 10 años formé mi familia, unifiqué mi camino con Pame, y juntos le regalamos la vida a dos gotitas de luz que nos llenaron de coraje y miedos. Ya no era tan fácil caminar libremente inconsciente, apuntando al utópico horizonte deseado. La naturaleza milenaria hizo su parte, cual rayo une la tierra y el cielo parpadeando, mis neuronas conectaron mis hemisferios y zaazzz.. la primera de miles de preguntas .. Que estoy haciendo?. Hasta ahora mi intuición me había guiado, mi valentía me mantenía en movimiento, vaya a saber hacia donde, pero ya no era suficiente, claro que no.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar... tantas veces canté esa canción con mi guitarra, y hoy lo podía entender. Beneficiado por la vida que elegí, otro caminante me acompañaba de cerca, mi hermano Carlos. Él me regaló la píldora de la verdadera liberar, cuando me mostró las opciones, tal vez había una píldora azul, aunque solo vi la roja, y todo mi ser me decía que debía tomarla, era la entrada a un nuevo mundo del que acertadamente, Morfeo en la película Matrix, le dijo a Neo: DECIDE BIEN, PORQUE DE LO QUE DECIDAS, NO HABRÁ VUELTA ATRÁS.
Así conocí el mundo de Fernando Flores, un hombre que con o sin miedos, dedicó su vida, a mi juicio, a hackear la vida humana, hasta escribir parte de su código fuente, y con su emprendimiento Pluralistic Network, lo puso en colores para todos nosotros. Me embarqué en su programa Ser un Embajador de Posibilidades con Nacho, otro caminante que también iba para allá y nos subimos al mismo camino de RAS y del crecimiento progresivo, gracias Nacho!!. Conocimos por primera vez palabras raras, frases incoherentes, básicamente caracteres verdes que bajaban por el pequeño monitor por el que observamos la vida. Varios meses pasaron y fueron cayendo una a una las enseñanzas, fuimos adoptando nuevas prácticas, retrocediendo primero, para avanzar mucho más después. El camino seguía pero ya esta vez, nosotros eramos sus fabricantes, como los antiguos trabajadores ferroviarios que ponían rieles mientras el tren avanzaba con los materiales para seguir expandiendo las vías, así comenzamos a avanzar con más firmeza. En unos meses más, entendí que lo importante no era saber todo, sino caminar junto a personas que sepan más, y avancé con el segundo programa de Fernando Flores, el WEST, un programa para formar líderes que duraría varios meses más. Maravillado avancé en este camino donde conocí la excelencia, la forma de hacer bien las cosas, cómo movilizar personas que no están a mi cargo, básicamente, cómo sumar más personas para construir juntos el camino, y así fue.
En poco tiempo, éramos muchas personas de diferentes orígenes, creencias, valores.. aportando a construir el camino de mejorar la calidad de vida de los pacientes, esta noble tarea de ayudar a los que nos cuidan y curan. Las posibilidades eran cada vez más evidentes, comenzaron a aparecer nuevos mundos, nuevos caminantes, y llegó Fede en soporte, Pablito Santi con ITDS, BIOBOX con Fernando y Angel, llegó GURU con Leo, Mati, Emi, Gera, Ale y Guille, llego SendIT con Gabriel, PrestoBots con Maru y Mario, Nahuel con un Estudio Contable modelo, Andres Anello manteniendo equipos de nuestros clientes, Eli con Infodattos, Lucas y Tano Migliaro con su apertura a la innovación, y tantos otros amigos que no alcanzo a nombrar, y con ellos se expandieron nuestras posibilidades de ayudar a más empresas del sector salud. Seguimos algunos kilómetros juntos, y nos dimos cuenta que algo nos faltaba para ser efectivos, en nuestro país viviendo una transformación profunda, y la nuevas metas que nos propusimos de ayudar a más empresas, apareció NAS, el Núcleo Asociativo de Salud, impulsado por la UE. Gracias Nahuel por abrir esta posibilidad que tomamos sin dudar, y gracias Alejandro por tu compromiso con esta iniciativa que hiciste tangible en nosotros.
Por esas cosas que los planetas disfrutan hacer al alinearse, llego un día Carlos a Mendoza y nos dió una charla a NAS, sobre las relaciones que creamos con nuestros pares R = R, y despejó nuestra ceguera, diciendo: Si quieren que sus empresas mejoren, comiencen por ustedes mismos. En pocas semanas estábamos comenzando con Sandra, Pablo, Santiago y Carlos a través de su empresa INSPIRING, un programa de formación de líderes++, que hoy, al momento de escribir estas palabras, está casi terminando, y en el cual, quiero compartir mi aprendizaje en los siguientes párrafos.
Aprendí que R = R, y esto significa que la calidad de las Relaciones con otras personas, es directamente proporcional a los Resultados. Aprendí que todos los seres humanos, vivimos siempre en un estado de ánimo que nos ilumina u opaca las posibilidades. Aprendí que nuestros cerebros son una máquina de emitir juicios automáticos, que se basan en nuestra historia, y que ayudan a ahorrar energía mental. Aprendí que los juicios son evaluaciones que hacemos de la vida y al darlos o recibirlos, permitimos que nuevos mundos se formen. Aprendí que observamos la vida, a través de nuestra historia, y hay tantas formas de ver el mundo, como personas vivan sobre la tierra. Aprendí que las empresas más innovadoras de la historia, las ciudades y monumentos más maravillosos del mundo, las grandes obras de arte, y mucho más, nacieron con una declaración de un ser humano, una poderosa y tan simple declaración como: Voy a crear una muralla que defienda China de los ataques Mongoles, como también otra simple declaración que creó la empresa más valiosa del mundo: Piensa diferente, Apple.
Aprendí tal vez lo más impactante: "Si los estados de ánimo nos abren o cierran posibilidades para crear nuevos mundos, y se basan en juicios que tenemos sobre nuestras posibilidades de futuro, y esos juicios son evaluaciones que hacemos según nuestros estándares internos, estándares que fuimos construyendo según nuestra cultura, nuestra familia, nuestra trayectoria, y que por lo general somos ciegos que están ahí y nos guían, entonces... si nos hacemos consciente de esos estándares, los podemos ver, y si los vemos, los podemos cambiar y mejorar, y si cambian los estándares, cambian los juicios de nuestras posibilidades de futuro, y si cambian las posibilidades de futuro, cambia nuestro estado de ánimo, que a su vez, nos permite crear un nuevo mundo que no existe, y justamente, es el nuevo mundo que quiero".
Así que acá estoy, caminando y mejorando junto a grandes amigos, grandes personas de las que aprendo permanentemente, agradecido de vivir y descubrir, de ver y escuchar, de oler y degustar lo mismo que antes, pero esta vez despierto, viendo esos lazos brillantes que unen sueños, escuchando promesas que llevan a la acción, buscando equilibrio entre dar y recibir, atrayendo más personas comprometidas a este camino, como Leandro en Paraná, disfrutando el juego de emprender, sintiendo el impacto directo, poderoso, de una declaración, entendiendo que todo tiene un precio que antes no veía sino, hasta muy tarde.
Gracias INSPIRING, por este programa maravilloso, gracias Sandra por tu entrega profesional desde esas primeras conversaciones de coaching por los comienzos del 2013, hasta ahora, gracias!!.. Gracias Santiago por esa primera sesión y las demás, gracias por ser parte de la PODEROSA FOTO DE MI PADRE EN MI PARED que me inspira día a día, gracias Pablo por la impecabilidad de tus prácticas, que logran que las cosas ocurran y garantizan el cumplimiento de las promesas, y gracias Carlos por este vínculo hermoso que no hace falta explicaciones. Gracias de corazón a mis compañeros de NAS y a seguir trabajando, siento que esto recién empieza y hay mucho por hacer y disfrutar!!..
Abrazo grande.